Desde que empezó con su proyecto hace una década, la diseñadora Tania von Chrismar proyectó objetivos sustentables. Hoy, dice, esto es un “desde”, y no concibe la posibilidad de crecer sin considerar este aspecto de manera integral.
No importa cuántas iniciativas se tomen en pro de la sustentabilidad, probablemente siempre podremos hacer un poco más. Ese es el predicamento de Tania von Chrismar, fundadora de Pas Denom, marca que este año cumple su décimo aniversario.
Para ella no hay sorpresas ni secretos; el lugar donde está hoy su marca se logró a pulso, estando siempre atenta en crecer, pero nunca en medidas inabarcables. “Creo que la sustentabilidad tiene que partir por ti, no por lo externo. Si vives esclava del hacer, sin espacios de disfrute, sin paz, sin poder hacer una pausa para pensar en dónde estás ni hacia dónde quieres ir, no hay sustentabilidad posible”, reflexiona la diseñadora.
Son lecciones aprendidas en el hacer y consecuencia de su determinación por lograr que Pas Denom, además de generar vestimenta de líneas depuradas y excelente calidad, haga aportes significativos en distintos ámbitos. “Desde hace dos años trabajamos por el carbono neutral, medimos nuestra huella con la asesoría de una empresa especializada, y en ese proceso se toma en cuenta todo: la fabricación, los despachos, el consumo eléctrico de la tienda, el reciclaje. Luego vemos cómo podemos neutralizar. Es totalmente voluntario, nadie nos obliga, pero nos interesa hacerlo, lo mismo que estar certificados como empresa B. Hace tiempo que estamos trabajando en eso, se aprende mucho en el proceso y cada enseñanza es una mejora para la marca, porque no solo se trata de preocuparse del medioambiente, sino también incluir un aporte social, que es igualmente importante. Tenemos muchas ideas, desde trabajar en conjunto con comunidades de distintos lugares de Chile hasta hacer talleres en la cárcel de mujeres. Espero que podamos concretar pronto alguno de ellos, a veces no es fácil encontrar el tiempo para todo lo que quieres hacer”, confiesa.
L’OFFICIEL: ¿Es importante para tu marca contar con certificaciones internacionales de tus insumos?
TANIA VON CHRISMAR: Lo es, pero la materia prima certificada es, de alguna forma, lo más sencillo y no nos podemos quedar en eso, también se puede trabajar en otros aspectos como, por ejemplo, tener menos desperdicio textil. Estamos viendo formas de disminuirlo, hay muchas. Otra es el pago justo. Nosotros aceptamos los precios de los talleres y también les decimos cuando están cobrando muy poco. En cuanto a los colores que escogemos, nuestras colecciones tienen ciertas tonalidades que se repiten exactamente iguales, entonces puedes combinar prendas de una temporada con otra, porque son muy durables, con terminaciones impecables, entonces, ¿por qué no permitir que puedas hacer mezclas? Nuestra visión es la de un clóset muy sustentable.
L’O: ¿Son aspectos que comparten como equipo?
TVC: Sin duda, necesitamos estar todos alineados en la misma visión para que eso se transmita a las clientas. Cada día podemos hacer más, y defendemos esa filosofía. Hace 10 años era un sueño, pero hemos avanzado paso a paso.
L’O: ¿Tienes cercanía con el arte?
TVC: Mucho, queremos tener espacios permanentes para el arte en la tienda, es muy importante para nosotros. Si bien ofrecemos ropa, el vestuario también puede construir un relato, debe formar parte de lo que tiene sentido para ti. En las pausas que hago intento ir a galerías de arte simplemente a estar, mirar, sentir, sin estar pendiente del celular. Lo hablo con mi equipo y las invito a hacer lo mismo.
L’O: ¿Cómo proyectas la marca en los próximos 10 años?
TVC: Estamos en momento de grandes cambios y quiero que la marca crezca en sentido, en aporte a la sociedad y la cultura, en cercanía con el público. También me gustaría explorar en el rubro de artículos de casa y colecciones para hombres.
L’O: ¿Crees que es posible desmarcarse de la sustentabilidad hoy?
TVC: Absolutamente no, hoy es un desde. Si no te alineas con esta necesidad, te vas quedando fuera.
Retrato CARLOS ORTEGA